"Adiós al radioteatro" 7. Entrevistas

 

Entrevistas

Entrevista a Osvaldo Medici:

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Destacado y querido autor de radioteatros con títulos tales como "Cada domingo una historia", "Pensión de artistas "El viejo varieté", "El amor, la muerte y yo", "Lo que nunca conté" y "Conventillo, tango y malvón", merecedor de los Premios ARGENTORES 1998, 1999, 2000 y 2001 como mejor radioteatro.

– ¿Por qué elegiste o que fue lo que te incentivo a trabajar en radioteatro?

Bueno eso lo supe de toda la vida, yo de chico vivía en un pueblito de la ciudad de Córdoba y estaba el auge del gran radioteatro. Siempre me gusto escucharlos, tenía 7-8 años y siempre soñaba con ser actor y poder escribir. Yo decía que algún día me iba a ir con un circo, porque los circos en aquel momento hacían una parte de espectáculos y al final se hacia la obra de teatro y yo esperaba ansioso ese momento. Cuando vine a Buenos Aires, a los 12 años, entre a primer año y estudie para perito mercantil, pero nunca soñé con nada que no fuese radio. Y en ese momento estaba tan en auge el radioteatro que yo fui a una compañía en 1951, donde tuve la suerte de que ese año y esa obra la escribía un gran autor, Juan Carlos Chiappe. Yo trabaje en esa obra y fui creciendo, teniendo papeles más importantes y Chiappe, como yo sabía escribir a máquina, me pedía que le escriba las obras para mandar a otras ciudades. Y ahí fue donde yo aprendí la técnica de lo que era el radioteatro.

– ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para escribir un radioteatro?

Yo tenía los personajes, me ilusionaba como era cada uno de ellos, hasta en lo físico. Si la protagonista era linda, morocha, rubia, alta. Y que luego el relator debía contar todo eso y que ponga la belleza de todo lo que te rodea. Entonces cuando tenía los personajes definidos, ahí recién se llamaba a los actores, que por lo general el único problema que existía era que tuviera la voz adecuada para representar cada personaje. Había que tener en cuenta también la vocalización. Antes para entrar a la radio tenías que tener una muy buena vocalización, que se entendiera, y poner los puntos y comas donde van, incluso algunas comas imaginarias. El radioteatro fue siempre una escuela.

– ¿El radioteatro tiene leyes que no pueden ser violadas?

No es que tiene leyes que no pueden ser violadas, pero tenías que escribir adecuadamente a la época y además en su momento existía la asesoría literaria. Cuando vos escribías una obra que se iba a transmitir, una semana antes tenías que llevar los libretos (una semana de libretos por lo menos) y la síntesis de lo que ibas a escribir. Entonces cada día que llegabas a la radio, tenías tu libreto sellado por la asesoría literaria y lo podías transmitir. O sea que marcaba todo, teníamos que cuidarnos de eso al momento de escribir, de no poner palabras fuertes. Por ejemplo, recuerdo que una vez cuando yo debuté en Radio Libertad, escribí una obra que se llamaba "Quien es el culpable" y el primer capítulo, llego y en el libreto había un papel que decía "pasar por la asesoría literaria" y allí me dijeron que si bien les había gustado mi obra, había una palabra un poco fuerte; era que en un momento había puesto ciega y debería haber puesto no vidente. Eso te da la pauta de cómo eran de cuidados los radioteatros en aquel entonces.

– ¿Cómo te imaginabas a los personajes?

Los veía. Yo me reía con ellos, sufría con ellos. Había días que me posesionaba tanto al momento de escribir que me ponía a llorar. Creaba en mi cabeza imágenes y situaciones para plasmarlas en la hoja del libreto.

– ¿Crees que hay determinados actores para determinados personajes?

Sí. Hay que tener muy en cuenta la voz. Yo siempre hice de galán, que tiene matices pero es una persona cariñosa, con una voz que le sale amablemente, pero por ejemplo, Jacinto Herrera tenía una voz tan particular que siempre hacia de traidor. Las personas que trabajaban en radio en su mayoría ya tenían definidos que tipo de personajes podían representar por el tipo de voz que tenían.

– ¿Por qué crees que el radioteatro perdió la gran popularidad que tuvo en décadas anteriores?

Yo creo que perdió el auge que tuvo en décadas anteriores porque de a poco fue ganando popularidad la televisión. Al principio, la gente no creía que la televisión iba a ser tan importante, entre esos estuve yo, y mucha gente amiga mía que trabajo conmigo en su momento confió y se fue a trabajar en la televisión y así empezaron a trabajar allí y les fue muy bien por ejemplo Nelly Trenti que actualmente es locutora en el programa de Mirtha Legrand era compañera mía de radio. Entonces el radioteatro perdió fuerzas porque con la televisión ya había cosas que le fueron ganando. Primero que era la novedad, y después comenzaron las telenovelas, mucha música, se podía ver a los actores a diferencia del radioteatro y esos aspectos fueron matando al radioteatro.

¿Crees que para los oyentes en general hay temas mucho más atrapantes que otros?

Si, desde luego. El amor y el drama siempre encabezaron los temas más atrapantes para los oyentes, por lo menos en la época que yo trabaje en radioteatro. Por ejemplo "Nazareno Cruz y el lobo", "El león de Francia", eran fantasías que las escribían tan bien (En este caso Chiappe y Roberto Valenti) que la gente se enganchaba muchísimo e incluso iba al teatro a ver esas mismas obras.

¿Por qué crees que los oyentes se ensimismaban tanto al momento de oír un radioteatro?

Porque eran muy atrapantes las obras. La gente no salía a cierta hora para poder oír un radioteatro determinado. En el tiempo de "Nazareno Cruz y el lobo" (yo en esa obra trabaje) y la gente estaba tan enganchada que cuando se llevó al teatro, no había función que no se llenara la sala, por lo menos dos veces por día (en aquel momento no había teatros, eran salas de cine).

Si tuviste la oportunidad de llevar algúna de tus historias al teatro. ¿Cómo era la reacción de los espectadores al poder ver en vivo aquellas historias que seguían día tras día en la radio?

Yo lleve al teatro "Seré yo culpable", acá en Argentina y en Paraguay. La gente iba al teatro y esperaba a la salida de la obra para saludar a los personajes. Aquel que era galán o protagonista recibía aplausos, halagos. Mientras que el traidor era abucheado como si fuese la vida real y no un personaje representado.

– ¿Crees que el radioteatro puede volver al auge que tuvo durante muchos años?

No. Yo creo que ya no. Porque cambio la mentalidad de la gente. Se sigue mucho a la televisión. Quizás algún tipo de radioteatro cómico, o sketch, pero el auge que tuvo décadas anteriores no.

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Entrevista a Juan Carlos Dido:

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Profesor universitario, locutor nacional, periodista y escritor. Actualmente es catedrático de la Carrera de Locución en la Universidad Nacional de La Matanza y miembro del Centro de Estudios Avanzados en Humanidades y Ciencias Sociales. Es Magíster en "Comunicación, Cultura y Discursos mediáticos", Licenciado en Gestión Educativa y Profesor en Letras. Autor de libros como "Fábulas folclóricas", "La Fábula Argentina, estudio y antología" y "Radioteatro y Cultura popular"

– ¿Por qué elegiste o que fue lo que te incentivó a escribir sobre radioteatro?

Porque yo soy hombre de radio. Hace 30 años que trabajo en radio, empecé como locutor y ahora soy docente de Comunicación. Y dentro de la radio me interese en radioteatro porque es el género específicamente radiofónico, el único genero radiofónico, todos los demás son contenidos adaptados para la radio, pero el único que constituye una estructura que utiliza y respeta el lenguaje radiofónico es el radioteatro. Y además de ser un contenido de la radio, es un lenguaje que permite la creación estética, el radioteatro es una obra de arte literaria. En el se cruzan la literatura, o sea el texto escrito, el espectáculo, porque es una representación y la industria cultural, por eso me interesó.

– ¿Crees que el radioteatro tiene leyes que no pueden ser violadas?

Las leyes en general se hacen para ser violadas, lo que pasa es que yo creo que en este aspecto hay transgresión más que violación, entonces hay transgresiones que no tienen ningún valor, cuando es transgresión por sí misma. Pero la transgresión valiosa es creativa, sin transgresión no hay progreso en ningún área y particularmente en la estética. Las corrientes literarias, artísticas fueron progresando y creciendo transgrediendo las anteriores, hasta que esos nuevos se institucionalizan, entonces se convierten en un nuevo paradigma, hasta que llega otro. En el radioteatro pasa lo mismo, pasa que como no ha tenido una historia tan larga no se han producido esas transgresiones que han dado origen a distintas escuelas, pero como ha habido evolución en el radioteatro, significa que sí hubo transgresiones, y yo a este tipo le llamo "transcreaciones", cuando no es una transgresión inútil.

¿Por qué crees que el radioteatro perdió la gran popularidad que tuvo en décadas anteriores?

Por varios motivos. Uno de ellos, al que se le da todo el peso es a la aparición de la televisión. Con ella, la radio recibe un "sopapo", no solamente el radioteatro si no la radio como medio, hasta que poco a poco fue recuperando a su público. Cuando apareció la televisión la radio vio que era una competencia muy firme, porque el poder de la televisión es mayor al de la radio por ser un medio audiovisual y la radio solo auditivo (y la audición no es el mejor sentido perceptivo). Pero si la radio estimula la imaginación, sobre todo a través del radioteatro. Pero de todos modos se redujo el público de la radio con la aparición de la televisión, hasta que después fue recuperándolo. Y en la televisión, el radioteatro seria la telenovela. Y la telenovela se fue imponiendo como genero principal dentro de las emisoras, así como el radioteatro fue el contenido principal de las radios hasta el año 1960 aproximadamente, la telenovela lo fue de la televisión. Otro de los motivos fue una cuestión de orden económico, mantener elencos de radioteatro en las emisoras es muy costoso, se necesitan actores, productores, sonidistas, escritores, guionistas, técnicos, y estudios especiales, en la época gloriosa del radioteatro todas las emisoras tenían un estudio auditorio donde trasmitían ya que era un espectáculo en vivo. Y la otra causa es el cambio en los gustos del público. Pero el radioteatro no está muerto, está mal herido pero no está muerto.

¿Pensas que para los oyentes en general hay temas mucho más atrapantes que otros?

Sí, eso pasa en todas las artes. En el radioteatro, como pasa en las telenovelas, hay un tema dominante que es el amor. Con todas las posibilidades que da el amor: como finales felices, final infeliz, triángulo amoroso, infidelidades, traiciones, ese sería el tema fundamental. Radioteatro y teleteatro son formatos muy bien adaptados para lo que se llama lo romántico. Pero no es el único tema, hay otros también como pueden ser la solidaridad, la muerte, el valor de la vida, que fueron tratados y se siguen tratando actualmente.

¿Por qué crees que los oyentes se ensimismaban tanto al momento de oír un radioteatro?

Porque era un espectáculo que tiene como única pantalla la imaginación del oyente y del comunicador. En el radioteatro el oyente reconstruye en su cabeza lo que el medio le está dando, así sea el ambiente, los personajes, la escena, el valor de los conflictos y es un medio muy caliente porque requiere y exige la participación del destinatario, del oyente. Y esto es la fuerza de la radio, lo que atrapa.

Muchas historias de radio fueron adaptadas y representadas en el teatro. ¿Sabes cuál era la reacción de los espectadores al ver en vivo aquellas historias que seguían día tras día por la radio?

Claro, esto sucedía en la época de oro del radioteatro. En aquel momento se juntaban todas las familias y las distintas generaciones a escucharlo (nietos, hijos, abuelos) y no lo entendían como una obra de ficción, lo entendían como la vida de un grupo de personas, como si se instalara un micrófono en la casa de una familia, dentro de un ámbito familiar determinado y se transmitiera directamente lo que allí pasara. La gente no distinguía entre la ficción y la realidad y creían que eso que escuchaban era lo que realmente le ocurría a la familia. Entonces cuando iban al interior a representar la obra de radioteatro (que era todo un acontecimiento) las personas no veían actores, veían las personas que formaban esa familia. Al punto de que cuando terminaba la obra, el que era el malo de la obra lo esperaban y "lo cascaban", le gritaban, mientras que aplaudían al personaje que hacía de bueno, y eso da la idea del realismo que daba el radioteatro para las personas que tenían como único medio de comunicación pública la radio.

¿Crees que el radioteatro puede volver al auge que tuvo durante muchos años? ¿De qué manera?

Al auge, al esplendor que tuvo no, me parece muy difícil. Justamente por las mismas razones de su decadencia. Pero sí que va a renacer, que van a incorporarse obras de radioteatro en las emisoras. Particularmente a través de la FM y a través de las radios universitarias que son las que se encuentran en mejores condiciones de crear radioteatros, ya que en las Universidades donde se dictan las carreras de Comunicación Social y Locución, tienen todo aunque no sea en el nivel profesional estricto. Tienen actores, guionistas, escritores, operadores y tienen los elementos que se necesitan para el radioteatro sin costo prácticamente, porque ya se hace como una especie de práctica y de aprendizaje como parte de la carrera correspondiente. Así que yo creo que va a renacer, aunque no tenga el esplendor que tuvo en la época de oro.

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Entrevista a Inés Mariscal:

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Autora, Miembro de la Sociedad General de Autores de la Argentina -ARGENTORES- entidad a la que ingresa en 1963 y premia su producción en Radio y Teatro con los reconocimientos: Estímulo. Trofeo. Edición de Libro. Medalla de Oro y Premio anual (1965-1973).

– ¿Por qué elegiste o que fue lo que te incentivo a trabajar en radioteatro?

Comencé mi carrera artística como actriz, egresada del Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica –ISER- en el año 1961. Por concurso ingresé  posteriormente al Elenco "Las Dos Carátulas " (El Teatro de la Humanidad) de Radio del Estado, hoy Radio Nacional.Actué en Radioteatro desde el comienzo y la Asesoría literaria de la emisora me convocó para escribir adaptaciones de obras. Así comencé el apasionante mundo de las imágenes sonoras, el arte purísimo de la palabra y la creación de personajes.

 – ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para escribir un radioteatro?

Contar una historia  que importe.  Respetar tiempo y forma de emisión. Valorizar cada escena. Destacar el aspecto emocional de la vida. Profundizar el sentido humanitario. Destacar belleza y arte, entre otros.

– ¿El radioteatro tiene leyes que no pueden ser violadas? 

Todo acto de creación es propiedad de su artífice. El radioteatro tiene un formato que lo configura, sea el libreto unitario o episódico. El autor de un Radioteatro puede generar climas renovadores pero siempre dentro del esquema correspondiente, digo, si su obra va a ser un Radioteatro, no puede escribir otro tipo de asunto más que un Radioteatro.

 

– ¿Cómo te imaginabas o imaginas a los personajes?

Al escribir vuelco los personajes que me visitan, son mis habitantes y suelo conocerlos desde siempre, a veces, ocupan el presente y vienen desde mi niñez.

 – ¿Crees que hay determinados actores para determinados personajes?

Es posible. De hecho hay personajes inolvidables que así lo confirman, Catita, por ejemplo…o tantos otros. De todas maneras un buen  actor como tal, está en condiciones de interpretar todo tipo de personajes.

 – ¿Por qué crees que el radioteatro perdió la gran popularidad que tuvo en décadas anteriores?

Las nuevas formas de comunicación hicieron posible otras maneras de recreación. De todas maneras, está visto, el género Radioteatro se mantiene y gana su espacio toda vez que un medio lo difunde.

  - ¿Crees que para los oyentes en general hay temas mucho más atrapantes que otros?

Sí. Pero, indiscutiblemente los grandes temas tienen que ver salvando el amor, las figuras del odio, la venganza, los celos, es decir los límites que llevan a la lucha del hombre por demostrar su ego y deseo de poder.

 - ¿Por qué crees que los oyentes se ensimismaban tanto al momento de oír un radioteatro?

Simplemente porque las historias que se contaban eran asuntos fundamentales en su tiempo. Además, la radio y el teatro fueron el sostén recreativo de una gran época de nuestra sociedad. Luego, el cine, la televisión.

 - Si tuviste la oportunidad de llevar alguna de tus historias al teatro. ¿Cómo era la reacción de los espectadores al poder ver en vivo aquellas historias que seguían día tras día en la radio?

El público siempre amó a los actores. Cuando una obra de radioteatro subía a escena, la sala estaba generalmente colmada con sus fieles oyentes. El aplauso era cerrado y muchos de los asistentes traían regalitos para  sus admirados personajes.

– ¿Crees que el radioteatro puede volver al auge que tuvo durante muchos años?

 El Radioteatro es un género que siempre está y estará vigente. La radio es el mundo sonoro que nos pertenece. El más directo y cercano. El radioteatro es la maravilla de la palabra, sus tonos, su lenguaje, arte purísimo.  Con la demostración de "Las Dos Carátulas" por Radio Nacional desde hace más de 65 años de transmisión ininterrumpida hasta nuestros días, con la puesta de obras de repertorio nacional e internacional de teatro queda claro que también el Radioteatro puede volver a transmitirse en todas las emisoras del país y constituirse en una herramienta de cultura nacional e innegable más allá de toda competición con ciclos del pasado.

Entrevista a Mabel Loisi:

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Autora, actriz y directora de obras de teatro y radioteatro.Actualmente es la presidente del Consejo Profesional de Radios de Argentores.

– ¿Por qué elegiste o que fue lo que te incentivo a trabajar en radioteatro?

Lo heredé de mi padre, Vicente A. Loisi, quien escribía y actuaba en la radio.

 – ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para escribir un radioteatro?

Convocar a la vida misma, ficcionada. A veces la realidad supera la ficción y hay que transformarla.

– ¿El radioteatro tiene leyes que no pueden ser violadas? 

Los tiempos han cambiado esas leyes. Antes, las protagonistas siempre eran vírgenes. Cuando Juan Carlos Chiappe puso en una novela una protagonista violada, no funcionó.

 – ¿Cómo te imaginabas o imaginas a los personajes?

Inventando la historia los personajes aparecen solos.

 – ¿Crees que hay determinados actores para determinados personajes?

No. Hay actrices y actores para cualquier personaje. Si no, no son actrices ni actores.

 – ¿Por qué crees que el radioteatro perdió la gran popularidad que tuvo en décadas anteriores?

Nunca hay un solo factor. Un funcionario en la época de Onganía, fundió las emisoras, borró los elencos y sacó la ficción. Los autores emigraron a la televisión y los actores también.

  - ¿Crees que para los oyentes en general hay temas mucho más atrapantes que otros?

La historia de amor nunca falla. Pero tiene que estar bien contada.

 - ¿Por qué crees que los oyentes se ensimismaban tanto al momento de oír un radioteatro?

Porque se identificaban con los personajes. Evita Duarte se vestía y peinaba antes de escuchar conciertos por la radio.

 - Si tuviste la oportunidad de llevar alguna de tus historias al teatro. ¿Cómo era la reacción de los espectadores al poder ver en vivo aquellas historias que seguían día tras día en la radio?

Todos mis radioteatros, con algunas excepciones, fueron al teatro. El público aplaudía de pie las escenas impactantes y además tenían la oportunidad de conocer el final de la historia.

– ¿Crees que el radioteatro puede volver al auge que tuvo durante muchos años?

Sí. Yo escribí para Eduardo Rudy, Oscar Casco, Susy Kent, Hilda Bernard. Transmitíamos a las 9 de la mañana y fue un éxito en 1983/84. La audiencia de las DOS CARATULAS (TEATRO EN RADIO) sigue vigente desde el año 1950. Se renueva el oyente y la radio será inmortal.

Entrevista a Ivonne Fournery:

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Autora, actriz nacional, egresada de la Escuela Nacional de Arte Dramático de la República Argentina en 1968. Actualmente tiene el puesto de Vocal en el Consejo Profesional de Radio de Argentores.

– ¿Por qué elegiste o que fue lo que te incentivo a trabajar en radioteatro?

Hasta que yo tenía 11 años, no existía la televisión en el país. Por lo tanto, toda mi infancia estuvo marcada por la radio. Mi tía Rosa escuchaba todas las novelas existentes (ya sé: es una exageración; pero eran muchas). Me llevaban al cine, a la calesita, a la plaza, al teatro, iba al colegio… pero nada me deslumbraba como escuchar las novelas con mi tía, o Tarzanito, o Los Pérez García, o el Radio Cine Lux. Y más tarde, Las dos carátulas o las transmisiones radiales de las obras de teatro desde el escenario. Todo me lo imaginaba: todo. Hasta el más pequeño de los detalles.

 – ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para escribir un radioteatro?

En realidad es uno solo. Pero es inmenso y adopta miles de formas. Ese único, inmenso aspecto es que en la radio todo es sonido. Y eso debe alcanzarte para rearmar el mundo: tenés que recrear la vista, el olfato, el gusto… Claro que para eso había un mago muy especial que se llamaba "el relator". Gracias a él podías oler los jazmines de los patios de las casas, el sabor de los manjares, saber cómo estaban vestidos los invitados a la fiesta, si cantaban o no los pajaritos en ese atardecer en la plaza… por no decir de dónde, cómo y por qué venía la protagonista cuando llegaba corriendo al living de su casa.

– ¿El radioteatro tiene leyes que no pueden ser violadas? 

La única es la que te acabo de contar en la respuesta anterior. Y de ella depende todo lo que puedas imaginarte. Te pongo una cualquiera: en el primer capítulo de una novela, los personajes repetían mucho (¡y ahí había que arreglárselas para que sonara natural!) para que la audiencia uniera los nombres y las voces de los personajes. Un ejemplo muy obvio: "¡¿Qué hacés, María, tanto tiempo que no nos veíamos?!" "Vos porque te olvidás de todo, Kitty… ¡si nos habíamos visto la semana pasada!" Cuando hay un cambio en el espacio o el tiempo, una breve cortina musical permite al Relator informarte de qué se trata… No son leyes, en realidad: son recursos. Pero los autores talentosos pueden ingeniárselas para saltar por encima de cualquier regla.

 – ¿Cómo te imaginabas o imaginas a los personajes?

Aquí tengo que abrir la pregunta en dos respuestas. Cuando yo escuchaba la novela, a medida que iban pasando los días (iban de lunes a viernes durante un mes) los veía con mayor claridad, con más detalles. Y al escribirlas tomaba un actor o una actriz que yo admiraba y los ponía a actuar (tenía a mi disposición todas las actrices y todos los actores del mundo); ese recurso me ayudaba mucho.

 – ¿Crees que hay determinados actores para determinados personajes?

En realidad, respondí de algún modo en la pregunta anterior. Pero para completar la idea yo diría que cualquier buen intérprete puede hacer cualquier personaje. Sin embargo, con la voz como único recurso es evidente que hay timbres sonoros que hacen que determinados intérpretes son más o menos adecuados que otros. Allí toma mucha importancia el tema de los registros: sopranos, mezzosopranos, contraltos, tenores, barítonos o bajos ayudan a que la audiencia se familiarice con mayor rapidez con los personajes. Con respecto a las edades… no haya barreras. Una maravillosa actriz norteamericana, Helen Hayes, hizo el rol de Julieta a los 50 años, cuando el personaje de Shakespeare tiene sólo 13.

 – ¿Por qué crees que el radioteatro perdió la gran popularidad que tuvo en décadas anteriores?

Hubo varias razones. Una de ellas, los criterios de los productores. Migré siempre contaba que cuando llegó la TV, la consigna de los que manejaban las cosas por aquel entonces era: la música y las noticias para la radio; las novelas para la televisión. Suena un poquito exagerado… pero ¿quién podría discutírselo a Migré? Por otro lado, económicamente no se podía comparar un autor, un elenco, un sonidista, un operador de sala, con un locutor, una locutora o la reproducción de discos? Yo estoy convencida de que hoy en día, contando conflictos de hoy en día, la ficción podría llegar a ser muy popular. No como en la época de oro, por supuesto, pero es llamativo que de toda aquella ficción hayan sobrevivido sólo los sketches y Las dos carátulas. Por cierto: unos pocos renglones para Las dos carátulas. Son adaptaciones de teatro argentino o universal, que hace 65 años ininterrumpidos que siguen en Radio Nacional.

  - ¿Crees que para los oyentes en general hay temas mucho más atrapantes que otros?

Volvemos al concepto del talento: un guión bien escrito y bien interpretado siempre atrapa. Por otro lado, las historias pueden ser más interesantes que otras… pero una cosa es qué se cuenta (la anécdota) y otra cómo se la cuenta (la realización). Más allá de esta generalidad, y no teniendo novelas actuales para ejemplificar, vemos por el cine y las series televisivas que los crímenes seriales, los vampiros y los sucesos de la actualidad suelen llamar más la atención que otras problemáticas. (No entiendo por qué, pero estoy convencida de que un buen sociólogo sabría contestar esa pregunta).

 - ¿Por qué crees que los oyentes se ensimismaban tanto al momento de oír un radioteatro?

Me alcanza con cerrar los ojos para verme sentadita en la alfombra escuchando una novela cualquiera. Lo hago y me doy cuenta de que había que estar muy concentrada para atrapar toda esa magia. Hoy, te diría que se trata de un ritual.

 - Si tuviste la oportunidad de llevar alguna de tus historias al teatro. ¿Cómo era la reacción de los espectadores al poder ver en vivo aquellas historias que seguían día tras día en la radio?

Nunca tuve ese privilegio. Pero calculo que más de uno se podía sentir sorprendido por la diferencia entre lo que había imaginado y lo que veía. Sí me fue dado asistir a las grabaciones en vivo de las obras de teatro que yo adaptaba para Las dos carátulas (se graban los jueves a las 8 de la noche en Radio Nacional, y vale la pena verlas). Es inimaginable la emoción que se experimenta. Claro que el fenómeno es diferente, porque aunque los actores no se desplazan ni tienen vestuario ni luces ni escenografía, la vivencia está más vinculada con el teatro, porque es emocionante comprobar cómo a pesar de la limitación de los micrófonos los cuerpos de los intérpretes ponen mucho más que la voz… Pero basta con cerrar los ojos para sentir que estás escuchando radio.

– ¿Crees que el radioteatro puede volver al auge que tuvo durante muchos años?

Ya te lo contesté en una pregunta anterior. Pero dejame agregar que -contra toda racionalidad- nunca perdí, pierdo ni perderé la esperanza.

Entrevista a Hilda Oates:

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Autora y actriz argentina. Actualmente, miembro de la Comisión de Asuntos Sociales en Argentores.

– ¿Por qué elegiste o que fue lo que te incentivo a trabajar en radioteatro?

A fines de la década del 50 y a comienzo de los años 60 escuchaba "Los Perez Garcia" un radioteatro emitido por radio El Mundo, que comenzaba con el sonido de llamada telefónica, atendía Raul y decía: "Si amigos, esta es la casa los Perez Garcia".De aquel elenco recuerdo, el personaje de Cachito lo interpretaba Emilio Conte, era el hijo de Luisa y Tito; Luisa era la hija de Don Raul luego aparece el personaje de Alicia, la hermana de 5 años de Cachito interpretado por Laura Boven. Posiblemente ese radioteatro debe haber sido el disparador para el mundo de mi imaginacion; como también los radioteatros que escuchaban en mi casa al medio día por las emisoras de Radio Porteña, Belgrano, Municipal y Del Pueblo.

        

 – ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para escribir un radioteatro?

Como Dramaturga, creo en mi imaginación la historia, después la doy vuelta, la suba, la bajo tantas veces sea necesarias, es un ejercicio constante, los personajes dicen lo que ellos quieren y sienten, los dejo fluir aunque no esté de acuerdo. Ellos van y bien tantas veces, hasta que los siento firmes. Todo este proceso lo hago en un cuaderno con lápiz entonces recién ahí voy a la computadora. La radio es el teatro de la imaginación.

– ¿El radioteatro tiene leyes que no pueden ser violadas? 

El radioteatro es un género narrativo compuesto por sonido y palabras. Tenemos al Relator, presenta a los personajes, los espacios donde se de  desarrollan las escenas y en que tiempo transcurren. El Operador acentúa la música y los efectos especiales; los estados de tención, de alegría y tristeza originando un estado de ensoñación entrelazando la realidad con la fantasía, abrir y cerrar puertas, pasos, corridas, lluvia, truenos, etc. Efectos Combinados es la música de fondo que ayuda a definir el inicio o el final del radioteatro, también puede ser la cortina musical de la obra.          

 – ¿Cómo te imaginabas o imaginas a los personajes?

Plantar o parar los personajes desde lo psicológico, lo social y lo físico. Hay un personaje protagónico y un antagónico, están los personajes secundarios que son necesarios para desarrollo de acción.

 – ¿Crees que hay determinados actores para determinados personajes?

El actor interpreta cualquier personaje, depende del director que lo realice bien; no existe actores para un personaje, el actor interpreta cualquier pequeño o grande personaje.

 – ¿Por qué crees que el radioteatro perdió la gran popularidad que tuvo en décadas anteriores?

El único medio de comunicación era la radio, luego llego la tv en blanco y negro, después la tv en color, la computadora, Internet, los celulares con los menasjes de textos, la tablets y los celulares con mil funciones, el mundo cambio; hay muchas personas que escuchan radio como yo, los radioteatros que están en el aire en la actualidad son muy pocos.

 - ¿Crees que para los oyentes en general hay temas mucho más atrapantes que otros?

En estos tiempos al oyente le interesa, la política, el dólar blue y el pronóstico.  

 - ¿Por qué crees que los oyentes se ensimismaban tanto al momento de oír un radioteatro?

Porque la historia era muy buena para esa época, la mujer en general estaba en su casa no salía a trabajar. .

 - Si tuviste la oportunidad de llevar alguna de tus historias al teatro. ¿Cómo era la reacción de los espectadores al poder ver en vivo aquellas historias que seguían día tras día en la radio?

Lleve del radioteatro para niños al teatro, fue a la inversa de tu pregunta   y muy buena las experiencias  siempre teatro lleno en el interior, en estas dos últimas décadas no se ha popularizado el radio teatro para niños. 

– ¿Crees que el radioteatro puede volver al auge que tuvo durante muchos años?

Solo Dios lo sabe. Roguemos que sí.

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Fotos con Hilda Oates, Ivonne Fournery, Mabel Loisi e Ines Mariscal

el día de la entrevista en Argentores

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