“A mar encendido” estrenará este sábado a las 21.30 en el teatro Quintanilla. Uno de sus protagonistas habla sobre el proyecto que resucita el arte del teatro radiofónico.
El radioteatro fue el fenómeno que revolucionó el campo cultural en los años 30 en Argentina. Reunió artistas de toda índole y fue cuna de grandes estrellas: desde Niní Marshall a Luis Sandrini, pasando por Narciso Ibáñez Menta, Raúl Lavié y hasta Eva Duarte de Perón. No solo famosos actores engrandecieron el género de ficción radiofónica, sino también escritores y músicos, entre otros hacedores.
El radioteatro eclosionó, en su época de oro, de la mano de historias de amor, comedias, adaptaciones de novela, de cine y hasta contenidos infantiles que tuvieron gran impacto en la cultura de masas.
La dictadura de Onganía, sin embargo, mediante un decreto, lo prohibió y lo sacó del aire, por “antieducativo e inmoral”. Esto, sumado a la llegada de la televisión y otros fenómenos, llevó a la desaparición del radioteatro, que supo reunir a las familias en torno a la radio para seguir día a día las historias que emanaban del dial.
Durante el 2003 y el 2004, el escritor y productor televisivo Alberto Migré revivió el género radioteatral los domingos a la noche en la sintonía de LR3 Radio Belgrano de Buenos Aires. El ciclo llamado “Permiso para imaginar” ofrecía unitarios cada semana, con la presencia de las figuras más exitosas del espectáculo argentino.
Radioteatro en escena
En la actualidad, el radioteatro parece poco a poco estar resurgiendo, gracias al empeño de quienes recogieron el legado y siguieron alentando su pervivencia . También, de algún modo, es revisitado mediante los nuevos géneros emergentes, que podrían considerarse descendientes de él, como el podcast.
Víctor Agú (discípulo y albacea artístico de Alberto Migré) y Sebastián Pozzi, junto a la destacada actriz Nora Cárpena dirigen una escuela de radioteatro en Buenos Aires.
Entrevistamos a Leandro Amoroso, docente, periodista y actor mendocino especializado en doblaje y en actuación vocal, quien se formó en los talleres de esa escuela, de la mano de Luciana Ulrich Cárpena y Lorena Bredeston. Además de ser un apasionado de este género artístico, es artífice en Mendoza de una propuesta que lo hace renacer.
“A mar encendido” , obra escrita por de Agú y Pozzi y dirigida por Luciana Ulrich Cárpena, estrenará este sábado, a las 21.30, en el Teatro Quintanilla.
Sus intérpretes son Cristian Castro, Mariela Svachca, Natalia Pintos, Pamela Ortiz, Mauro Wincker, Celia Chaab y Amoroso.
“Hay que ir a verla porque para los que tuvieron la experiencia fascinante de escuchar radioteatro es un reencuentro, para los que no, un descubrimiento, desde el punto de vista del género“, aseguró Amoroso durante la entrevista.
Y agregó: “Es una obra necesaria políticamente hablando (no partidariamente, sino políticamente). Además, le da un nuevo valor a lo romántico, al amor, al vínculo. No solamente de pareja, pienso, por ejemplo, en el vínculo entre Guadalupe y su criada. Es una obra conmovedora. Uno no puede dejar de reflexionar que hay gente que dio la vida por el país mientras tal vez vos estás dudando si vas a ir a votar. Esta obra te atraviesa“.
¿Cómo surge este proyecto teatral?
Hace dos años yo quise formarme en radioteatro y no había muchos lugares en el país donde hacerlo. Entonces, di con Lorena, la hija de Guillermo Bredeston y Nora Cárpena que, con su papá, había fundado una escuela, el Club Bredeston- Cárpena, que luego tuvieron que cerrar en el 2001. El año pasado la reabrió con su prima Luciana Ulrich Cárpena (hija de la actriz Claudia Cárpena) y una de las actividades era un taller de radioteatro online. Ahí empezó todo. El taller me mostró todo lo que se puede lograr con la voz y sobre todo con la imaginación de quien te escucha.
¿Antes habías hecho teatro o algo relacionado?
Hago teatro desde los 10 años y siempre me interesó la actuación vocal, el doblaje, que tiene una formación técnica muy específica y diferente de lo que tiene que ver con lo físico. Iba a estudiar locución pero, por otras circunstancias, terminé estudiando periodismo.
Cuando empezamos a conversar para hacer esta entrevista me mandaste una frase de Alberto Migré que dice: “En el radioteatro el público es coautor, coescenógrafo y coprotagonista”. ¿Querés comentarme sobre esto?
Claro, es dar los elementos, es entregar las acuarelas el lienzo y los pinceles, no le das todo digerido al que escucha. Es una de las artes que le da mayor protagonismo al público.
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Ahora, ¿qué plus tiene, frente al radioteatro tradicional, en el que la ficción sólo de escuchaba desde tu casa a través de la radio, esta propuesta de ustedes de ir al teatro y presenciar una puesta?
Yo le llamo un espectáculo “dos por uno”, porque está todo lo que imagina el espectador pero también ve técnicamente cómo se hace el radioteatro, como hay un actor que se ancarga de hacer los efectos en sala, cómo se hace por ejemplo el galope de un caballo. Los planos para indicar salidas o entradas, los alejamientos, los pasos de quien entra.
¿El espectáculo te permite viajar en el tiempo y mirar cómo se hacían los radioteatros que escuchaban las abuelas?
Claro, y las directoras, además, tomaron la decisión de que no se haga con vestuario de época (nuestra obra se sitúa en la Argentina de 1800), sino que es una vestimenta neutra.
Hablando de la obra, se trata de un texto basado en las cartas que Guadalupe Cuenca le escribe a su esposo, el abogado, periodista e ideólogo de la Revolución de Mayo Mariano Moreno, quien está viajando en barco a Inglaterra, ¿no?
Claro, la historia cuenta la división entre los morenistas y los saavedristas en la Primera Junta. Y cómo le ofrecen a Moreno un viaje diplomático a Inglaterra. Él muere en el viaje y su cuerpo es arrojado al mar. Surgen a partir de esto muchas hipótesis de lo que pasó.
¿La obra está basada en las cartas que son documentos históricos?
Sí, claro, incluso fragmentos de las cartas se leen en la obra. Esos fragmentos van vertebrando la acción. Guadalupe no sabía el destino de su marido, le escribía pensando que las recibiría.
Los autores del radioteatro son Víctor Agú y Sebastián Pozzi, ¿qué me decís de ellos?
Víctor Agú trabajó durante muchos años con Alberto Migré y juntos escribieron muchos radioteatros y teleteatros. Además de ser su primer discípulo, es el heredero de la obra de Migré, tiene los derechos. Por eso esta obra es muy migreniana. Tiene un gran romanticismo, muy melodramática, al estilo Migré. Tiene personajes muy pintorescos, además, que aportan algo de humor. Una esclava que tenía Guadalupe y una pregonera. Hay también una relatora, como en todo radioteatro, porque no hay escenografía. Ambos se basaron en las cartas de Guadalupe para escribir esta historia.
¿Hay algo también de revisitar el pasado para mirarlo con otra óptica, algo no tan escolar?
Tal cual, totalmente, porque, para empezar, en la escuela no nos hablaron mucho de Mariano Moreno y, sin embargo, su participación fue crucial, pero, además de eso, es la historia de Guadalupe con Mariano Moreno y no al revés. La protagonista es ella. Se basa en su heroísmo. Elegimos este texto especialmente para revalorizar esa figura femenina.
Lo interesante también es que lo rescatan desde un género que históricamente también era pensado para mujeres y considerado como menor y cursi. Ahora hay una valorización de esto. Volviendo al armado, ¿cómo fue el proceso de montar el proyecto con dirección a distancia, desde Buenos Aires?
Las directoras son gente muy humilde y dispuesta. Yo después de tomar el taller les propuse hacer capacitaciones para actores de Mendoza y aceptaron. De esas capacitaciones surgió la idea de presentar un radioteatro. Lo primeros ensayos fueron con cada uno desde su casa y, después, nos empezamos a juntar en un mismo lugar físico. Ponemos todo, las siete sillas y unos palos de escoba que hacen de micrófonos y ensayamos.
¿Quién eligió la obra?
Bueno, esto es un adelanto. En realidad, nosotros queríamos hacerlo sobre un personaje femenino mendocino (me reservo el nombre), y Sebastián Pozzi empezó a escribirlo. Víctor Agú y Nora Cárpena tienen su compañía de radioteatro en Buenos Aires. En ella también participan Luciana y Lorena. El tema es que el mismo autor, Pozzi, nos ofreció que hiciéramos esta obra mientras él escribe la que le propusimos. Cuando leímos el texto de “A mar encendido”, nos enamoramos y, por supuesto, nos encantó la idea.
¿Qué nos dice esta obra que remite a una época remota de nuestro país del presente de la Argentina?
Nos dice mucho. Primero, el darnos cuenta que la famosa “grieta” o concepciones de país no son de ahora, están desde los orígenes. Otra cosa, por ejemplo, ver los debates que continúan. Sin ir más lejos, Moreno fue el fundador de las bibliotecas populares que hoy están amenazadas, y sus discusiones con Saavedra, que algunas aparecen en la obra, son sorprendentemente actuales. También las discusiones de las mujeres. Creo que mucho hubiera cambiado en nuestro país si algunas mujeres hubiesen sido escuchadas o les hubiesen dado más espacio.
¿Cuántos son y quiénes integran el elenco?
Somos 8, todos actores y actrices mendocinas. Lorena y Luciana, las directoras, son de Buenos Aires. Ellas se sienten responsables de un legado muy grande que les llega a través de su familia. Por ejemplo, su bisabuelo, que era panadero, terminó fundando el primer teatro independiente en Mar del Plata. Revivir el radioteatro es rendir tributo a mucha gente que ha hecho historia en el teatro y en la radio. Para sorpresa nuestra, la experiencia que tuvimos en la Feria del Libro, en octubre pasado, con chicos de secundaria, cuando presentamos la obra, fue excelente. Pensábamos que siendo tan jóvenes y tan hijos de la imagen no se iban a prender. Sin embargo, se emocionaron, fueron un público increíble.
¿Por qué pensás que les gustó tanto a los jóvenes?
Creo que les contagiamos un poco la pasión. Nosotros somos unos apasionados, porque en este arte técnicamente tenés que ser un apasionado y transmitir todo con la voz. Pero, además, sentimos una responsabilidad enorme, no sólo con el radioteatro, sino con los personajes históricos de la obra. Yo siento que no puedo ser un Mariano Moreno mediocre, porque él dio la vida.
¿Por qué has trabajado tanto para hacer esto en Mendoza? ¿No era más fácil hacer teatro tradicional o ir a Buenos Aires, donde hay más elencos de este tipo?
Yo creo que desde Mendoza y en Mendoza tenemos todo para realizar estos proyectos: talento y recurso humano. Podemos formarnos y aprender de quienes ya han hecho más recorrido, ir a las bases, como hicimos nosotros con Lorena y Luciana. Ahora ya somos un elenco conformado. Vamos a seguir haciendo radioteatro en escena y mi idea es que lo podamos llevar a todos los rincones de la provincia.
Para agendar
- Obra: ¡A mar encendido! (radioteatro en escena)
- Lugar: Teatro Quintanilla
- Fecha: sábado 10 de febrero
- Hora: 21.30
- Entradas en entradaweb o boletería del teatro
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